Los Hábitos
A los 25 años (siendo fumador adicto a la nicotina) pesaba 96 kilos (mido 1,66 mts) y decidí ponerme a correr para dejar de fumar. Lo que no estaba en mi horizonte era que bajaría de peso. Luego de muchos meses de lucha contra mi adicción a la nicotina logré dejar de fumar y adquirí una nueva adicción: El Running. Seguí corriendo hasta el punto que me terminé dedicando a este deporte en forma profesional haciendo desafíos deportivos, charlas y asesorando a personas.
En esta carrera (literalmente una carrera muy larga) el peso y la alimentación fueron siempre un tema importante, pasé por muchos nutricionistas (muy buenos y muy malos) pero nada me daba resultado. La herencia de grasa encapsulada en mi cuerpo solo tenía una solución: Liposucción, cosa a la que me negué rotundamente. No lograba asimilar que esa fuera la solución, debía existir otra. Cómo ningún nutricionista pudo con lo que yo quería decidí comenzar el largo y complejo camino del autoestudio y de usar mi cuerpo como un laboratorio, probando y tomando nota de todo.
En este proceso estuve 12 años, usando distintas dietas por tiempos prolongados, cambiando mis formas de alimentación (estuve 3 años con dieta vegana!), pero al final la solución estaba ahí, todo el tiempo pero no lograba verla.
Un día revisando unas fotos de mis desafíos me di cuenta que en un desafío en particular (Rio de Janeiro- Stgo) estaba muchísimo más flaco, busque en mis apuntes y vi que ese desafío lo hice sin isotónico, sin geles de carbohidratos y solo consumiendo fruta cuando terminaba de correr los 55 km que me propuse hacer todos los días hasta llegar a Santiago. Recuerdo que además cuando llegué a Santiago me sentía con muchísima energía a pesar del esfuerzo de correr 55 km diarios durante 60 días y cruzar 3 países. Incluso los haters de siempre decían que era imposible llegar así después de tan magno esfuerzo, pero claro ellos no sabían que no había usado carbos para correr (imaginense si se hubieran enterado de eso!)
Entonces nuevamente comencé a estudiar en profundidad por qué había sucedido esto y me di cuenta que sin querer había usado la dieta original del ser humano, comer menos, no usar carbos e hidratarme solo con agua y sin azúcar.
Desde ahí han transcurridos más de 3 años donde me certifiqué como Coach de Vida, luego como coach en dieta cetogénica y sigo ayudando a más personas a hacer un cambio real.
Pero no estaba descubriendo la pólvora, esto siempre estuvo ahí, el problema es que nos llenaron de información errónea y nuestros hábitos ancestrales mutaron. Mutaron a tal punto que nos creímos todo lo que nos dijeron y jamás nos cuestionamos si estaba bien o mal.
Pero no es nuestra culpa, el ser humano es así, cree a ciegas en todo lo que se le dice, suele no investigar mucho y busca la comodidad por sobre la salud.
Esta pequeña historia de mi propia experiencia es para que sepan que la verdad que nos muestran no es absoluta, que es necesario que prueben por que lo que es bueno para mi no lo es para ti y que usen la siguiente lógica: El ser humano evolucionó siendo cazador y recolector, usaba los ayunos constantemente por la falta de alimentos y se movía constantemente ya que no habían autos ni máquinas. De esa forma nuestra especie pobló el planeta, se adaptó a todos los climas y dominó a todas (o casi todas) las especies.
Los invito a ser su propio laboratorio, investigar, leer y por sobre todo a eliminar esos hábitos que nos están destruyendo como especie. En los hábitos está el secreto del éxito, no en una pastilla ni en una operación que no necesitamos. Todas las enfermedades modernas son producto de malos hábitos, diabetes tipo 2, alzheimer, hígado graso, resistencia a la insulina, cáncer, obesidad y problemas cardíacos entre otros.
Matías Anguita C.
Fitness & Nutrition Coach